SALUD Y
ESPERANZA
INTRODUCCIÓN
En el presente trabajo voy a describir y contar
brevemente la historia de las tallas de los Titulares de la Real Hermandad y
Cofradía de Nazarenos del Cristo de la Salud y María Santísima la Esperanza de
Vegueta que se encuentran en la capital Gran Canaria en el barrio de Vegueta en
la parroquia de Santo Domingo de Guzmán y son de las pocas imágenes que
procesionan en Semana Santa concretamente el domingo de Ramos al costal de sus
35 costaleros cada una de ellas y me parece que son unas desconocidas por el
población en general de esta capital y que como costalero de Nuestra Señora
Santísima la Esperanza de Vegueta y hermano de esta Hermandad y también me reconozco amante de las
procesiones de Semana Santa y que en Las Palmas de Gran Canaria cada vez,
gracias a Dios, son más conocidas nuestras salidas procesional a tenor del
aumento paulatino de asistencia de público que viene a vernos cada año, me es fácil
acceder a los archivos de la Hermandad y conocer de primera mano su historia,
la cual me resulta interesante al igual que curiosa
I.- PRIMERA
PARTE DEL TRABAJO
Imagen de
María Santísima de la Esperanza de Vegueta
Bajo la advocación de María Santísima de la Esperanza
de Vegueta titular de la Real Hermandad y
Cofradía del mismo nombre que se encuentra en la Parroquia de Santo Domingo de
Guzmán situada en la Capital Gran Canaria en el barrio de Vegueta y que procesiona
por esta ciudad el domingo de Ramos, nos
encontramos una talla procedente de la advocación de la Virgen de las
Misericordias. Imagen que se encontraba fuera de culto en uno de los almacenes
de esta parroquia y que salía en procesión la tarde del Martes Santo en unión
con el Señor atado a la Columna y San Juan Evangelista en la Semana Santa de
esta ciudad. Nuestra Señora de las
Misericordias tenía un trono modesto del que solo destacaba un hermoso sol de
plata que enmarcaba a la virgen la esfinge de María. Aunque inicialmente se atribuye la imagen a una
escuela sevillana de principios del siglo XIX, según las investigaciones
realizadas por D. Sebastián Jiménez Sánchez cuando encontró el testamento del
presbítero D. Tomás Antonio de Quevedo y Alvarado, en el Archivo Histórico
Provincial, otorgado el 5 de marzo de
1804, donde se menciona que dicha imagen la había hecho traer, a su costa,
desde Sevilla para colocarla en la capilla del Señor atado a la columna. A lo
largo de 88 años esta talla fue deteriorándose.
Posteriormente en 1990 cuando los priostes de la
cofradía estaban colocándole a la Titular de la Hermandad María Santísima la Esperanza de Vegueta una
saya nueva para su salida procesional, se encuentran en el soporte donde va
sujeta la cabeza, pues la talla es de las
denominadas de candelero, una inscripción que decía:” Arsenio de las
Casas – Guía 1892”
Dicho descubrimiento aunque parecía que su procedencia
era del imaginero artista palmero de Guía sin despejar las dudas
definitivamente sobre la incógnita de su procedencia pues es frecuente que
algunos restauradores dejen constancia en su trabajo, su firma para hacer
constar que pasó por su taller para su reparación. El hermano Mayor de la
Hermandad decide mandar una foto de dicha inscripción al Sr. D. José Miguel
Arzola, el cual realiza un exhaustivo estudio del asunto y al cabo de un mes
remite a la Hermandad un pequeño libro
escrito por él donde refleja el resultado de sus investigaciones. Encontrando
en la biblioteca del Museo Canario dos referencias de la época en los
periódicos “La Patria” y “EL Telégrafo”
ambos artículos con la misma fecha 11 de
abril de 1892 en los cuales se publicaba el estreno de una Dolorosa realizada
por el escultor palmero Arsenio de las Casas, en la procesión del Martes Santo
acompañando al Cristo de las Columnas y a San Juan Evangelista aclarando
definitivamente que la imagen de la Virgen de la Misericordia, que hoy se
venera bajo la Advocación de María Santísima de la Esperanza de Vegueta es obra
del escultor imaginero palmero D. Arsenio de las Casas en el año 1892.
La última salida procesional de la imagen como la
Virgen de la Misericordia la realizó el martes santo del año 1978 junto al
Cristo de la Columna y San Juan Evangelista.
Un año después en septiembre de 1979 en la primera
reunión de la Junta de Gobierno de la Hermandad se aprueba solicitar
oficialmente a D. Blas Herrera Pérez, Párroco de Santo Domingo de Guzmán, la
correspondiente autorización para la restauración y poder poner al culto la
imagen que existía en un desván de la parroquia con la advocación de María
Santísima de la Esperanza siendo dicha imagen la talla de Nuestra Señora de las
Misericordias. “Aunque fue ese día cuando se decide hacer la petición oficial,
esta no se llevaría a cabo hasta el día 6 de junio de 1980, fecha en que se
hace oficialmente por escrito la petición. Con fecha 23 de septiembre de ese
año, el párroco D. Blas Herrera Pérez da su contestación por escrito dando su
autorización y concediendo su cesión. Aunque con anterioridad ya había dado su
autorización de forma verbal.”
En octubre de ese mismo año se recibe el escrito y se
da lectura en el Cabildo de Oficiales de la Junta de Gobierno de la Hermandad
donde se concede la autorización a la misma para poner al culto la imagen de
una Virgen, que hasta entonces era venerada como Virgen de las Misericordias, y
concediéndole la autorización para desde esa fecha venerarla bajo la advocación
de Nuestra Señora de la Esperanza y añadiéndosele posteriormente “de Vegueta”
con el fin de diferenciarla de otras colaciones que existían rescatando la
Cofradía la advocación de la Esperanza que ya existía en la Parroquia de Santo
Domingo pues desde muy antiguo en la portería del convento dominico de San
Pedro de Verona de Las Palmas se veneraba una Virgen con dicha advocación.
Tras la concesión de los permisos pertinentes, La
Cofradía encarga la restauración y reparación de la encarnadura de la cara de
la imagen de María al escultor Sevillano José Paz Vélez, residente en esta
ciudad por esas fechas. Dicho escultor
imaginero de reconocida valía, alumno del taller del más afamado imaginero de
todos los tiempos el Sr. Antonio Castillo Lastrucci autor de numerosas obras de
imaginería andaluza y de numerosos lugares de nuestra geografía. En el año 1992
se repararon por el mismo escultor las manos de la Titular, ante el mal estado
de conservación que presentaban, pues incluso tenía algunos dedos rotos con trozos
pegados de otra procedencia. También se le cambiaron las articulaciones
encargando el trabajo a un carpintero haciéndoselas completamente nuevas desde los hombros hasta
las muñecas. Siendo el resultado de tales trabajos de restauración y
conservación la imagen de Nuestra Señora de la Esperanza de Vegueta la que
podemos disfrutar en estos momentos.
Por todo lo anteriormente expuesto y conforme a la
documentación consultada y guardada en los archivos de la Hermandad, podemos
afirmar que la imagen de la Virgen de la Esperanza de Vegueta es obra del
escultor imaginero palmero D. Arsenio de las Casas realizada en el año 1892 y que con anterioridad
a la fecha de 1980 se la veneraba como Virgen de las Misericordias.
II.- SEGUNDA
PARTE DEL TRABAJO
Imagen de
Nuestro Padre Jesús de la Salud.
El nombre de Nuestro Padre Jesús Cristo de la Salud se
debe a uno de los hermanos fundadores D. Isidro López González gaditano de
nacimiento que pertenecía a la Hermandad de Nuestro Padre Jesús de la Salud , María Santísima de la Esperanza y
Nuestra Señora del Amor Hermoso (conocida como “Las Cigarreras”) de la ciudad
de Cádiz que por una promesa realizada por motivos personales a la Virgen de la
Esperanza le promete fundar en la ciudad de Las Palmas una Hermandad en su
nombre donde por motivos laborales se
había trasladado.
El nombre de Nuestro Padre Jesús de la Salud aparece
ya en la carta de aceptación de las Primeras Reglas de la Hermandad por el
Señor Obispo D. Ramón Echarren Ysturiz con fecha de 25 de julio de 1979, donde
aparece la Hermandad bajo el nombre de
“Hermandad y Cofradía de Nazarenos de
Nuestro Padre Jesús de la Salud y María Santísima de la Esperanza”.
En la primera reunión de la Junta de Gobierno de la
Hermandad celebrada en septiembre de 1979 se aprobaron acuerdos muy importantes para el inicio de la
Hermandad, entre ellos los dos más importantes fueron: Primero.- la solicitud
oficial para poner al culto una antigua imagen de la Virgen de las
Misericordias, retirada del culto y bajo la advocación de “María Santísima de
la Esperanza”, y en segundo lugar.-se aprueba el acuerdo de encargar una imagen
de un Cristo Cautivo pues la Hermandad quería ser la propietaria de la Imagen,
acordándose que se haría efectivo cuando la Cofradía pudiera hacer frente al
gasto que esto ocasionaba económicamente. En 1980 el imaginero y escultor Sevillano y mayordomo de la Hermandad D. José
Paz Vélez realiza una talla del Cristo. Dicho imaginero sevillano trabajo en
los talleres de los importantes maestros sevillanos como Antonio Castillo
Lastrucci, José Luis Vasallo Parodi o Rafael Barbero Medina, todos ellos
maestros escultores de gran renombre y
anteriormente había realizado varias imágenes siendo las más importantes las
realizadas a los Titulares de la Hermandad sevillana de Santa Genoveva, la
Virgen de las Mercedes y Nuestro Padre Jesús el Cautivo. Por este motivo se
lleva a cabo la restauración de antigua Virgen de las Misericordias, actual
Virgen de la Esperanza de Vegueta y el posterior encargo de la talla del Cristo
Cautivo para la Hermandad.
En 1982 se realizan los primeros bocetos de la talla
del Cristo motivo por el cual fue acogido con gran júbilo por parte de todos
los miembros de la Hermandad siendo
comentado en el boletín de 1982 el proyecto de la talla del Cristo del Cautivo
y procediendo al anuncio de la campaña de donantes para sufragar el coste del
mismo. En la Asamblea celebrada al año siguiente 1983 es cuando se desarrolla
el proyecto existente de la realización del Cristo Cautivo, que sería el
Titular de la Hermandad, bajo la advocación de Cristo de la Salud, haciéndose efectivo el encargo en
mayo de 1984, tras la realización de una importante campaña de donantes a la
que se unió un colectivo de médicos de la isla.
Al poco tiempo de haber realizado el encargo, el
escultor imaginero sevillano comienza a realizar una talla en su propia casa,
en lugar del taller del obispado donde era habitual realizar dicha labor como
era el deseo del artista, poniendo la condición de que la obra no sería vista
hasta que el la terminara, con la excepción del Hermano Mayor de la Hermandad.
EL Cristo de la Salud está realizado sobre “talla
directa”, es decir tallado sobre la madera directamente, siendo una talla
completa de cuerpo entero, no de candelero, que mide 1.82 metros de altura y realizada en madera
de cedro y con varias piezas ensambladas, comenzó trabajando la cabeza y fue
pegando posteriormente el tronco, piernas y brazos. Estos últimos, los brazos
son articulados pudiéndose extender hacia delante para mayor comodidad al vestirlo. Las manos están fijas a los
brazos, giran pero no se extraen. Destacar de la cabeza el largo y denso
cabello, su delicado tallado del mismo y los rizos, y como peculiaridad es
dejar algunos cabellos despeinados sobre la frente (peculiaridad del escultor),
aunque no son visibles por la corona de espinas que es sencilla y fina acabada
en una cabeza de perro como homenaje a Canarias, y no está cerrada, y es hecha
con la misma madera del Cristo. Siendo apreciada la sangre que emana de las
heridas provocada por la corona de espinas, así como en la oreja izquierda. En
la boca tiene tallados uno a uno los dientes de marfil y se encuentra con la
espalda que está fruto de los azotes colmada y sangrante, signo de la pasión
padecida por Dios. También podemos destacar como están resaltados los músculos
dorsales y la columna vertebral. Destacar también el paño de pureza de un
calzón de brega en homenaje a los luchadores de brega canarios. Tiene
perfectamente anatomizadas las piernas reflejando
la zancada de un hombre al que le están constantemente flagelando
apreciándosele los cuádriceps y músculos de las piernas. Ambas extremidades
(pies y manos) tiene perfectamente y exactas marcadas las venas y tanto los
dedos de ambas extremidades y sus uñas alcanzando tal perfección que puede parecer
ser las uñas de un ser humano.
En palabras del escultor “el Cristo de la Salud
infunde respeto, pero no en el sentido de miedo, sino ternura y que su dolor no
es trágico, sino resignado sin expresión de terror. Está en una postura reflexiva, pensativo.”
Dicha talla fue entregada por José Paz Vélez a la
Hermandad el 30 de marzo de 1985, en las vísperas del Domingo de Ramos donde
procesionaria por primera vez. Expresando el escultor que la obra no estaba
acabada en el momento de la entrega, por lo que tenía la intención de
terminarla con posterioridad. El vicario de la Diócesis, D. Juan Artiles
Sánchez tras inspeccionar la talla concede la licencia eclesiástica para poder
bendecirla cosa que se realiza esa misma tarde en función solemne,” en la
iglesia de Santo Domingo, oficiada por el Director Espiritual de la Hermandad
d. Blas Herrera Pérez, siendo padrinos de la imagen D. Domingo Dámaso
Fernández, Teniente Hermano Mayor, y su esposa Dña. María del Carmen Bruno
Ayala y al día siguiente, el 31 de marzo de 1985, el Cristo de la Salud
acompañó por primera vez a la Virgen de la Esperanza de Vegueta en su estación
de penitencia a la S. I. Catedral”
Por causa del paso del tiempo y que el escultor no
había podido finalizar la talla por premura en la entrega de la misma, tras la
reunión realizada en el año 2002 es aprobada por la Junta de Gobierno de la Hermandad por
unanimidad hacer entrega del Cristo de la Salud a su escultor, para ser
restaurado y firmado de autenticidad la obra del mismo “El día 15 de enero de
2003 se hace la entrega oficial del Cristo a José Paz Vélez, el cual devuelve
la talla a la Hermandad una vez restaurado y completamente terminado con fecha
25 de marzo del mismo año, haciendo entrega de la documentación correspondiente
a la finalización de la obra.”
Consistiendo dicha restauración en reparar la
totalidad de la encarnadura de la talla, así como reparaciones de varias
grietas de diferentes tamaños en piernas, hombros, brazos, sudario y en la
peana que sostiene la talla, recortando el escultor el tallado de la barba,
recortando el pelo por la parte trasera y dejando al aire la oreja izquierda.
Cambiando también el entrelazado de la corona de espinas por la parte delantera
y se le añade un suplemento en forma de cola de serpiente en su parte
posterior. Dando la forma a los músculos
a la totalidad de la talla, y resaltando las venas y arterias, para dar mayor
fuerza de expresión. En el sudario se recogen los laterales, se forman nuevos
pliegues y se realiza la inscripción de
autenticidad con la firma del autor, donde se puede leer “A mi madre, mi obra.
Pepito Paz”
III TERCERA
PARTE DEL TRABAJO
Las principales diferencias
entre ambas tallas las encontramos en su forma y constitución, mientras la
Virgen la Esperanza de Vegueta es hecha de candelero y donde solo se le
distinguen las manos y la cara debido al que el resto del cuerpo está recubierto
por el manto de la Virgen, el Santísimo Cristo de la Salud es una talla directa
de cuerpo entero realizada en madera de cedro y con varias piezas articuladas y
ensambladas con una gran perfección en su escultura anatómica, laboriosamente
trabajada de donde se puede destacar las extremidades (pies y manos) así como
los dientes en la cara y su cabello, etc. Y ambas pertenecen a la misma escuela
sevillana.
CONCLUSIONES
En ambas tallas vemos
reflejado el tormento, la esperanza y el
dolor sufrido por el pueblo ante la
incertidumbre del momento y del futuro incierto que les esperaba así en
palabras del escultor D. José Paz Vélez “el
Cristo de la Salud infunde respeto, pero no en el sentido de miedo, sino
ternura y que su dolor no es trágico, sino resignado sin expresión de terror.
Está en una postura reflexiva,
pensativo.” Al igual que el pueblo
NOTAS
Agradecemos tanto al Hermano Mayor de la Hermandad del
Cristo de la Salud y la Esperanza de Vegueta al igual que a su Junta de
Gobierno el facilitarme la labor y el poder investigar en los archivos
históricos de dicha Hermandad
FUENTES Y BIBLIOGRÁFICA
-
Archivos de la
Hermandad del Cristo de la Salud y la Esperanza de Vegueta
-
Boletín “Salud y
Esperanza” nº 32 Febrero 2016 28-30 pp
-
Boletín “Salud y
Esperanza” nº 33 Noviembre 2016 34-38 pp